La verdad que no se ve

Organizar un taller sobre duelo no fue fácil, no solo por la logística o por convocar a personas en medio del ruido cotidiano.

Fue bastante retador porque el duelo también me habita a mí.

Y sostener un espacio así me exigió verme de frente, una y otra vez, además con un par de granos muy expresivos.

Hubo momentos en los que dudé.
Momentos en los que pensé que no iba a salir.

Momentos donde sentí que nadie vendría, que tal vez no era el momento, que tal vez no era suficiente.

Y sin embargo… seguí porque y ajá para eso nos entrenamos físicamente e internamente ¿no?

🌿La visión más grande

Me sostuvo la certeza de que necesitamos más espacios reales, espacios donde no tengamos que fingir que todo está bien.

Donde se pueda hablar de la muerte, del miedo, de la ausencia, de lo que nos cuesta soltar.

Me sostuvo la visión de ver a las personas caminando, escribiendo, respirando con más verdad.
¡Y eso fue lo que pasó!

🔥 El día del taller: imperfecto y profundamente humano

No todo salió como lo planeé.
Pero todo lo que importaba… sí ocurrió.

Conversamos profundo, caminamos en silencio, escribimos desde lo que nunca habíamos dicho. ¡Nos rendimos juntos!

Y esa rendición fue más poderosa que cualquier estructura perfecta.

🧭 Lo que aprendí al sostener este espacio

Aprendí que guiar no es controlar.
Que facilitar es más bien hacerme a un lado para que lo real suceda.

Aprendí que no tengo que tener todo resuelto para abrir un espacio seguro.
Solo tengo que estar presente, con el corazón abierto.

Y aún con todo… elijo seguir creando

Elijo seguir, con lo que hay, con los que están, con lo que se aprende en cada taller.

Este fue solo el comienzo, ya estoy visualizando el próximo taller.

No porque sea fácil, sino porque es necesario.

Porque rendirse al duelo no es rendirse a la tristeza, es rendirse a la vida que sigue llamando.

Gracias por creer conmigo, incluso cuando yo temía.

🌱 ¿Qué espacio no encuentras afuera?

Si llegaste hasta aquí, tal vez tú también estés cargando algo que ya no cabe.

Tal vez tú también necesitas un espacio para soltar, sin explicaciones.

Estoy sembrando el próximo taller.

Será otra oportunidad para rendirte con otros, sin máscaras, sin ruido.

No hay promesas… solo verdad, presencia, y el coraje de sentir.

Estoy creando el próximo espacio de transformación y me encantaría escucharte.

Este será un taller real, honesto y profundamente necesario, pero no quiero hacerlo desde mí sola, sino en equipo, desde tu verdad.

¿Qué estás atravesando? ¿Qué te pesa?

Me apoyarías mucho respondiendo esta encuesta -es anónima y solo te tomaría 2 minutos-.

🔗Click aqui: [Link del formulario]

Gracias por estar. Gracias por sentir.